Estoy viendo la retransmisión de la Ceremonia de Apertura de los Juegos Olímpicos de Beijin 2008 y me viene a la cabeza una idea. Mi colega ha mencionado todos los detalles políticos y moralizantes que rodean este 'circo', pero mientras veo las imágenes de las más de 3 horas y media que dura la ceremonia, pienso... Me gusta el circo. Joder que si me gusta. Cada 4 años montamos un tinglado que van a ver más de 4.000 millones de personas, pero yo, que sólo soy uno, y que no voy a ir a China ni al Tibet en mi miserable vida, me lo estoy pasando bomba con las coreografías imposibles, los impresionantes fuegos artificiales y los artistas, músicos, bailarines y marionetistas que lo están dando todo para que giremos la vista de su dictatorial sistema. Dejando aparacada delante de la tele mi 'moralina globalizadora' sólo puedo decir: Viva el Circo!
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De olimpiadas y circos
viernes, 8 de agosto de 2008
Publicado por Platero a las 14:35 1 comentarios
Secciones: China, Juegos olimpicos, Politiqueo
De circos y olimpiadas
jueves, 7 de agosto de 2008
Queda menos de un día. Han sido meses de discursos, amenazas de boicot convenientemente retiradas, mentiras, promesas, mentiras, más promesas, auto-bombo y, sí, más mentiras. Pero finalmente están aquí, los Juegos Olímpicos más controvertidos que un servidor recuerda (es obvio que no viví los de Rusia). Está claro que quien diga que estos juegos no sirven para nada se equivoca, y a las pruebas me remito. China ha avanzado mucho durante todo este tiempo de preparación, derribando edificaciones antiguas en Pekín/Beijing que resultan contraproducentes para la buena imagen de la ciudad, desalojando, por supuesto, a sus molestos inquilinos, que a punto estuvieron de hacer un amago de protesta (¡que se atrevan!, menudos jetas).

También ha mejorado la imagen que el resto del mundo tenemos del país. Y es que el gobierno ha habilitado tres (si, si, tres) parques para que, quien quiera, proteste. Obviamente, la idea de que alguien pueda mostrar su opinión fuera del espacio delimitado para ello resulta rocambolesca y hasta ofensiva para un servidor. Por no hablar de la calaña de la prensa, que pretendía informar y acceder libremente a Internet. Gentuza. Enemigos del país, como los que protestaban en los desfiles de la antorcha. Benditos sean los guardias, que supieron aplicar las medidas oportunas.
No podemos olvidarnos de la contaminación. Ese mal necesario para el crecimiento de la comunidad, que se ha conseguido paliar enormemente dejando circular solo a la mitad de los coches y lanzando misiles a la atmosfera. Quien niegue todo esto, merece el más severo de los castigos. Pero quien primero protesta, y luego se acojona, lo merece de verdad.
Publicado por Iruell a las 22:47 0 comentarios
Secciones: China, Juegos olimpicos, Politiqueo
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