
En cualquier caso hay que reconocer que el trasfondo argumental puede dar juego. Sabemos que hay algo que conecta a todos los casos, y por lo tanto la simple idea de ir descubriendo algo más de ese "algo" puede dar motivos para enganchar. Las tramas presentadas en los dos capítulos que hasta ahora he visionado son más que decentes. Más chocante la segunda (que, se entiende, es el efecto que se busca en una serie de este tipo), así que esperemos que vaya en progresión. Frente a aquellos que hablan ya del "nuevo chasco de JJ. Abrams", yo me muestro optimista. No podemos pretender que todas las series sean Lost. Y por eso, Fringe tiene mi voto de confianza.